El cannabis medicinal dejó de ser un tabú y se convirtió en una industria en crecimiento que requiere formación seria, ética y legal. En Colombia, la regulación ha abierto la puerta para el desarrollo de cultivos, productos terapéuticos y emprendimientos sostenibles, pero aún persiste un gran vacío: la falta de educación técnica especializada.
SATIVA responde a esta necesidad con programas académicos diseñados para formar técnicos, profesionales y funcionarios públicos con conocimientos sólidos en la cadena de valor del cannabis medicinal: desde el cultivo hasta la distribución, pasando por la normatividad vigente y el enfoque terapéutico.
Formarse en cannabis medicinal no es solo aprender de botánica o farmacología. Es comprender cómo esta planta, utilizada ancestralmente, hoy se regula, transforma y aplica bajo criterios médicos y sociales. Y es también aprender a hablar el idioma legal que exige la normatividad colombiana.
Nuestro diplomado en cannabis medicinal, por ejemplo, cubre áreas como buenas prácticas agrícolas, procesos de transformación, normativas del INVIMA y el ICA, emprendimiento verde, salud pública y participación comunitaria. Está diseñado para responder tanto a intereses individuales como a proyectos institucionales.
Para las regiones rurales, esta industria representa una oportunidad de reconversión productiva, especialmente en zonas afectadas por cultivos ilícitos. Pero para que ese potencial se materialice, se necesita talento humano preparado y capacitado.
Desde SATIVA, impulsamos la profesionalización del sector para garantizar que el desarrollo del cannabis medicinal sea ético, regulado, responsable y con impacto social.
El cannabis ya es legal para fines médicos. Lo que hace falta ahora es educación. Y en SATIVA, la cultivamos con visión de país.